Los tres principales índices dieron un fuerte salto positivo y consolidan el buen momento que comenzó en julio. El S&P 500 subió hasta un máximo de casi dos meses.
Las acciones en Wall Street extendieron sus ganancias el miércoles, mientras los inversores revisan una serie de ganancias trimestrales en su mayoría alentadoras de varias grandes empresas.
El S&P 500 subió un 1,6%, hasta un máximo de casi dos meses. El Nasdaq subió un 2,59% y el Dow Jones ganó 1,28 por ciento.
Los índices han recuperado con creces las pérdidas de principios de semana. Las empresas tecnológicas, los minoristas y las empresas de comunicaciones fueron algunos de los mayores ganadores. Sólo los valores del sector energético cayeron, arrastrados por la bajada de los precios del petróleo.
Los valores de las pequeñas empresas también ganaron terreno, impulsando al Russell 2000 un 1,4% al alza.
Los inversores celebraron un informe sobre el sector de los servicios, que constituye la mayor parte de la economía estadounidense. El sector creció más rápido de lo esperado en julio, según el Institute for Supply Management.
“Esto es una prueba más de que la economía está resistiendo”, dijo Jeff Buchbinder, estratega de renta variable de LPL Financial. “En este momento, tenemos una combinación de pruebas de que la inflación está bajando”.
El rendimiento del Tesoro a 10 años subió al 2,75% desde el 2,73% del martes.
Los beneficios siguen siendo el centro de atención esta semana, ya que los inversores analizan los últimos resultados y declaraciones de las empresas para entender mejor cómo está afectando la inflación a las empresas y a los consumidores.
Los precios del petróleo cayeron tras la decisión de la OPEP de aumentar la producción en septiembre a un ritmo mucho más lento que en meses anteriores. El crudo estadounidense cayó un 4% y se situó en 90,66 dólares por barril, mientras que el crudo Brent, el estándar internacional, se situó un 3,7% por debajo, en 96,78 dólares por barril.
Los mercados también están pendientes de las posibles repercusiones económicas de China tras la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, a Taiwán. China reclama que Taiwán, que se autogobierna, es parte de su territorio, y prohibió las importaciones de cítricos y pescado congelado taiwaneses en represalia por la visita de Pelosi. Pero ha evitado interrumpir el flujo de chips informáticos y otros productos industriales, una medida que podría sacudir la economía mundial.
Los próximos datos sobre el mercado laboral podrían ayudar a los inversores a determinar cómo avanzará la Reserva Federal en su política de tipos de interés, que ha sido agresiva en un esfuerzo por intentar frenar la inflación. El jueves se publicarán las cifras de solicitudes de subsidio de desempleo de la semana pasada, y el viernes el gobierno publicará su informe sobre el empleo de julio.
“Las expectativas de subidas de tipos de la Fed quizá se han vuelto demasiado agresivas”, dijo Buchbinder. “No sabemos si tendremos una pausa a finales de año, pero hay una posibilidad decente de que recibamos una señal de pausa a finales de año”.