Si bien es cierto que cuando se tiene una pareja que tiene hijos no nos convierte en padres o madres, pero cuando la relación se consolida y va un poco más allá (hacia el matrimonio o el vivir juntos), es común que se asuma el rol de “padrastro” o “madrastra”, especialmente cuando los hijos de la pareja, viven junto a él o ella.
El ser padrastro o madrastra no es lo mismo que ser padres, por lo que usualmente es un tema que genera gran confusión.
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Cuando se asume este rol, las funciones y responsabilidades son iguales que las de un padre o madre biológicos, sin embargo, esto va a depender de cada caso en específico y de las dinámicas familiares, porque las funciones que se asumirán deberán ser acordes a cada situación.
Es importante tener claro que la madre o el padre biológico no pueden ser reemplazados. Estén presentes o no. El niño, aunque sea pequeño, debe tener conciencia de que la pareja de papá o mamá no es su verdadero papá. Si se trata de un bebé que no ha conocido a su padre biológico, esta información le será dada por los progenitores cuando lo consideren.
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El papel fundamental del padrastro o madrastra debe ser apoyar y establecer límites que fomenten la confianza y el respeto. Es complicado no asumir el papel de la disciplina, que es trabajo de los padres biológicos. Los padrastros o madrastras deben dar seguimiento a las reglas que le hayan establecido.
Sea como sea la situación, las dudas, comentarios, o situación en la crianza de los niños con la que se esté en desacuerdo, es mejor conversar en privado con la pareja antes que intentar cambiarla. Hay que tener presente que antes de llegar a la vida de la pareja, él o ella ya era padre o madre, y adecuaban un estilo de crianza.
Recomendaciones para este Rol
- Tener paciencia con los niños pequeños el período de adaptación suele ser más fácil, pero con los mayores de 10 años (sobre todo adolescentes), es más complejo. No esperes que el niño te responda con cuidado y afecto desde el comienzo, si se da perfecto, pero si no, paciencia, debemos tener claro que el vínculo con los hijastros toma tiempo. En ocasiones tardará meses, y en otra años.
- No comprar amor. En algunas personas cometen el error de comprar los caprichos y gustos de los hijastros. Las cosas materiales difícilmente se transforman en amor. Es mejor que te involucres en alguna de sus actividades, siempre que esto no implique competir con el padre o la madre biológica. Ayúdale con alguna tarea, enséñale algo que no sepa y verás como se empezará a interesar.