Los agricultores españoles en los últimos tres meses han sufrido las altas temperaturas y dos oleadas de calor consecutivas, para el cultivo de cereal como el trigo han tenido perdidas de un 20% y 30% de sus cosechas.
El termómetro marca 27 grados en Lerma, un pequeño pueblo burgalés de 2.609 habitantes, al norte de España. Carolina Ramos, ingeniera agrícola y agricultora de 35 años, toma una espiga de trigo y la frota entre sus delgadas manos mientras comienzan a desprenderse pequeños granos.
A consecuencia de las altas olas de calor los cultivos de cereales como el trigo han sido catastróficas, la producción de trigo llega a 2,19 millones de toneladas, casi el 45% de la producción nacional, según el Ministerio de Agricultura.
Estas mermas en las cosechas de cereales en toda España se han sumado a los fuertes descensos en las exportaciones de trigo o cebada de Ucrania, el principal productor de cereal del continente europeo.