Tras el anunció de Estados Unidos sobre las nuevas restricciones a las compras de chips a compañías o individuos de China, la Asociación de la Industria de Semiconductores de China denunció que estas restricciones ponen en riesgo las cadenas de suministros global e interfiere en el comercio internacional.
Estas nuevas restricciones emitidas por el Departamento de Comercio de EE.UU. impide a las empresas o ciudadanos de China a tener acceso a la exportaciones de maquinaria, chips o semiconductores utilizados para la fabricación de supercomputadoras e inteligencia artificial en China, los cuales son fabricados en EE.UU., el país norteamericano amenazó con incluir en su lista de sanciones a las empresas extranjeras que se atrevan a incumplir esta medida.
Varios fabricantes norteamericanos de chips ya iniciaron a suspender los servicios a los clientes chinos, por otra parte Samsung Electronics y SK Hynix lograron una moratoria con un periodo de año para cumplir con las órdenes que ya tenían y eran procedentes del país asiático.
La Política no debe mezclarse con asuntos económicos
El Gobierno de China declaró y ratificó su postura ante que los asuntos políticos no deben mezclarse con asuntos económicos y mercantiles y defendió arduamente el libre comercio, la inversión y la estabilidad de la cadena global de suministros.
La Vocera del Ministerio de Relaciones Exteriores, Mao Ning, hizo mención que «Algunos países obstaculizan los negocios y la cooperación internacional con prácticas unilaterales y proteccionistas, en vez de contribuir a la recuperación estable de la economía mundial«.
Ning, hizo un llamado enfático al gobierno de Estados Unidos a seguir los principios del respeto mutuo, la coexistencia pacífica y la ganancia compartida.
De igual manera afirmó que el Gobierno de China, busca el desarrollo de su nación con el objetivo de brindar bienestar su población y de igual manera contribuir a la paz y al progreso mundial.
En sus declaraciones Mao también se refirió que el país norteamericano endurece la competitividad pero también lo acusa de querer convertirse en la principal potencia mundial y que es capaz de usar el comercio como una arma de coerción geopolítica sin importarle así el bienestar de ningún otro pueblo.