En la ciudad de Estelí dos corazones se unieron hace siete años no solo en matrimonio, sino también en una audaz aventura empresarial Iván Rosales y Dalia Alejandra Rivas, son una joven pareja que juntos han demostrado que el amor y la perseverancia pueden convertir sueños modestos en realidades asombrosas.
«Esto surge con la necesidad de adquirir un negocio propio donde pudiéramos tener un sustento. En este caso se me ocurrió lo que fue la carne deshidratada, comencé a investigar acerca del tema, me pareció bastante interesante, ya que en Nicaragua no existía una marca que fabricara este producto», relata Iván Rosales.
Rosales se formó como administrador de empresas y comenzó en el mundo del emprendimiento vendiendo tacos caseros a sus amigos, pero debido a la pandemia del covid-19 cerró su negocio temporalmente.
A pesar de la adversidad Iván no se rindió, en cambio, vio una oportunidad y creó “El Corte”, un snack de carne deshidratada de res, que pronto se convertiría en un éxito en el mercado nicaragüense.
«Nuestra primera máquina que compramos fue de uso doméstico que podíamos fabricar 8 bolsitas en una hecha. Hoy en día contamos con una máquina que produce alrededor de 800 bolsas en una producción y contamos con otra máquina que produce alrededor de 130», explicó Rosales.
Dalia Alejandra Rivas, quien es contadora de profesión, se convirtió en la socia perfecta para Iván. Ella además de manejar la contabilidad y los recursos, también se ha convertido en modelo para promocionar los productos.
«Mi esposo quería emprender en algo innovador que no existiera en Nicaragua, cuando me comentó lo apoyé. Yo sabía que este camino sería difícil, pero tenemos mucha confianza en Dios y para él, nada es imposible», relató Dalia, al equipo de Noticias ABC.
La creatividad y el entusiasmo se juntaron y ahora se han extendido. Iván y Dalia se diversificaron y crearon un nuevo snack para mascotas a base de patitas deshidratadas de pollo. Sin duda un negocio innovador que va prosperando.