El buque de investigación Marcus G. Langseth, ha llevado a cabo un estudio pionero sobre las complejas estructuras submarinas en una zona de alto riesgo geológico frente a las costas del océano Pacífico en América del Norte.
Esta área, conocida como la zona de subducción de Cascadia, se extiende a lo largo de casi 1.000 km y alberga una megafalla donde las placas tectónicas interactúan de manera altamente peligrosa, generando tensiones que desencadenan los terremotos más devastadores del mundo.
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Aunque los grandes terremotos en esta región se producen cada 300 a 500 años, el último ocurrió en 1700.
El Marcus G. Langseth, equipado con avanzados instrumentos geofísicos, recopiló datos cruciales durante un viaje de 41 días en 2021.
Estos instrumentos penetraron el fondo marino y crearon imágenes detalladas de la geometría de las placas tectónicas y los sedimentos, proporcionando una nueva comprensión de la compleja estructura de la megafalla.
Los resultados del estudio, publicados en Science Advances, revelan que la geometría de la megafalla es mucho más compleja de lo que se creía anteriormente.
Esto tiene importantes implicaciones para la evaluación de los riesgos de terremotos y tsunamis en la región. En particular, se identificó un segmento de la megafalla que podría magnificar los terremotos en tierra, lo que subraya la importancia de una mayor investigación para evaluar y mitigar los riesgos en áreas como Tacoma y Seattle.
Los investigadores enfatizan que no se pueden predecir los terremotos, pero el estudio proporciona datos cruciales para pronosticar probabilidades de múltiples escenarios y desarrollar códigos de construcción y sistemas de alerta que puedan minimizar el daño en caso de un evento sísmico.
Comprender las estructuras y la mecánica subyacente en la zona de subducción de Cascadia es fundamental para identificar las áreas más vulnerables y desarrollar estrategias efectivas de preparación y respuesta ante desastres naturales.