La organización promotora The Last Resort anunció que la cápsula de suicidio asistido Sarco podría ser utilizada por primera vez a finales de este año en Suiza, donde el suicidio asistido es legal bajo condiciones específicas, pero no exento de controversia.
El dispositivo, conocido como Sarco por sarcófago, presenta un diseño futurista que permite a las personas poner fin a su vida pulsando un botón que libera nitrógeno en el interior de la cápsula. Según el director de The Last Resort, Florian Willet, Sarco ofrecerá «un espacio seguro donde morir pacíficamente», agregando que él mismo espera utilizarlo al final de su vida.
«No puedo imaginar una forma más hermosa de respirar aire sin oxígeno hasta caer en un sueño eterno», expresó Willet a los medios.
El procedimiento requiere que la persona interesada pase primero por una evaluación psiquiátrica y, una vez aprobada la solicitud, ingrese a la cápsula, cierre la tapa y, tras responder a una serie de preguntas, pulse el botón que provocará su muerte, detalló Nitschke.
A pesar de que aún no se ha determinado la hora, fecha o lugar del primer suicidio, ni quién podría ser el primer usuario, la abogada Fiona Stewart, parte del consejo asesor de The Last Resort, indicó que «yo diría que sí» cuando se le preguntó si podría ocurrir este año.
Stewart también señaló que el único costo para el usuario sería de 18 francos suizos (20 dólares) por el nitrógeno utilizado. Sin embargo, el potencial uso de la cápsula ha generado una serie de interrogantes legales y éticas en Suiza, reavivando el debate sobre la muerte asistida.