De aquí a 2030, se necesitarán inversiones diarias de mil millones de dólares para satisfacer las necesidades globales de restauración de tierras y combatir la desertificación y la sequía.
El informe de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CLD), presentado en la COP16 en Arabia Saudita, alerta sobre la urgente necesidad de invertir al menos 2,6 billones de dólares hasta 2030 para restaurar mil millones de hectáreas de tierras degradadas y mejorar la resiliencia a la sequía.
Actualmente, el 40% de la tierra mundial está degradada, afectando a más de 3.200 millones de personas, principalmente comunidades vulnerables como indígenas, pequeños agricultores, mujeres y jóvenes.
Las pérdidas anuales por desertificación y sequía ascienden a 878 mil millones de dólares, mucho más que lo que se necesita para abordar estos problemas.
A pesar de ello, África enfrenta el mayor déficit de financiación, con 191 mil millones de dólares necesarios anualmente para restaurar 600 millones de hectáreas de tierra.
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En la COP16 también se presentó el reporte La economía de la resiliencia ante la sequía, que destaca los costos de subestimar este problema, y se lanzaron herramientas como el Atlas Mundial de la Sequía y el Observatorio Internacional de Resiliencia a la Sequía (IDRO), plataformas para guiar políticas y soluciones a largo plazo frente a la creciente amenaza global de la sequía.