La inseguridad alimentaria en Afganistán sigue siendo un grave desafío, afectando este año a 12,4 millones de personas, según un informe de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) de la ONU. La cifra podría aumentar a 14,8 millones en 2025 si no se toman medidas urgentes. La OCHA ha alertado que para el próximo año se necesitarán 2,420 millones de dólares para asistir a 16,8 millones de afganos afectados por la crisis humanitaria.
El informe también señala que el desempleo, la deuda familiar y la pobreza siguen siendo problemas generalizados, afectando a casi la mitad de la población. Además, los efectos del cambio climático, como el aumento de las temperaturas y la sequía, agravarán aún más la situación en 2025.
La situación se ve empeorada por las restricciones impuestas por las autoridades, que han aumentado los riesgos de protección, especialmente para mujeres, niñas y otros grupos vulnerables.
En este contexto, el Ministerio de Economía de Afganistán ha subrayado la necesidad de levantar las sanciones económicas que pesan sobre el país. El portavoz del ministerio, Abdul Rahman Habib, indicó que estas sanciones obstaculizan el crecimiento económico y empeoran las condiciones de vida de los ciudadanos.
«El levantamiento de las sanciones y el apoyo internacional son clave para crear oportunidades de empleo y mejorar las condiciones de vida», afirmó Habib, haciendo un llamado a una mayor cooperación global para ayudar al país a superar la crisis y fomentar un desarrollo sostenible.