Las autoridades de Francia han decretado este lunes la alerta por sequía en 86 departamentos del país una semana después de la fuerte ola de calor que ha sufrido el territorio.
A pesar de las tormentas de verano registradas recientemente, el nivel del agua se encuentra bajo mínimos, por lo que estos departamentos han impuesto un acceso limitado al agua ante la escasez hídrica, que se está acelerando, según informaciones del diario ‘Le Figaro’.
Del total de estas regiones, el Gobierno sitúa en 28 las que se encuentran en “crisis”, mientras que otras 58 están en “alerta máxima”. A esto se ha sumado la ola de calor, que ha provocado un incremento e en el uso del agua por parte de las familias francesas.
Agricultura y Ganadería con grandes afectaciones
El Ministerio de Agricultura francés es muy consciente de la crisis. «Los cultivos de invierno, como el trigo y la cebada, que actualmente están creciendo (antes de su cultivo posterior), están empezando a experimentar condiciones que afectarán a los rendimientos», dijo un portavoz.
El clima caluroso y seco de las últimas semanas en Francia podría afectar también a los cultivos de primavera, como el maíz, el girasol y la remolacha, así como al forraje necesario para alimentar al ganado.
Los flujos energéticos franceses también podrían verse afectados. «Además, la sequía tiene un impacto negativo en la producción de energía, ya que las centrales nucleares necesitan mucha agua para refrigerar los reactores».
El aumento de las temperaturas de este mes de abril a pesar de que el primer día del mes nevara en Francia- provocó un descenso del 25% de las precipitaciones con respecto a los patrones normales.