Principales variables monetarias tuvieron comportamiento positivo en el segundo semestre y cierre de 2022 

Principales variables monetarias tuvieron comportamiento positivo en el segundo semestre y cierre de 2022 

En su más reciente informe titulado “Informe de Político Monetaria y Cambiaria” el Banco Central de Nicaragua (BCN) describe las decisiones y acciones realizadas por esta institución en la formulación y ejecución de la política monetaria y cambiaria del país, según lo mandata la Ley Orgánica del BCN.  

El informe incluye una descripción de la evolución monetaria y cambiaria reciente y de los principales aspectos del entorno económico y financiero internacional y nacional, así como las perspectivas de indicadores clave, como la actividad económica e inflación. 

El informe correspondiente al mes de enero de 2023 indica que, durante el segundo semestre de 2022, la política monetaria y cambiaria del Banco Central de Nicaragua (BCN) permaneció orientada a impulsar el crecimiento económico sostenible a mediano plazo, a través de la preservación de la estabilidad monetaria y del mantenimiento de políticas dirigidas a procurar condiciones propicias para la intermediación financiera. En este sentido, el BCN continuó favoreciendo la gestión de liquidez del sistema financiero, mediante sus instrumentos monetarios, al igual que siguió señalizando tasas de interés acordes con la evolución de las condiciones financieras internacionales y domésticas, a través de incrementos en la Tasa de Referencia Monetaria (TRM). 

La política monetaria del BCN se ejecutó en un entorno doméstico caracterizado por el crecimiento continuo de la actividad económica y fue acompañada por una política fiscal enfocada en fortalecer la sostenibilidad y reestablecer amortiguadores. En particular, hacia finales de 2022 se alcanzaron saldos de depósitos del gobierno y de reservas internacionales del BCN en niveles por encima a los previstos y superiores a niveles históricos. 

No obstante, en el segundo semestre de 2022 se mantuvieron las presiones inflacionarias externas, lo que conllevó a que en 2022 la inflación general aumentara a más de un dígito, a pesar de los efectos atenuantes del programa de congelamiento de los precios de la gasolina, el diésel y el gas licuado de uso domiciliar, por parte del Gobierno, y de la política monetaria del BCN de mantener un deslizamiento cambiario bajo (1% anual a partir de febrero 2023). 

Asimismo, en el segundo semestre se continuaron observando alzas en las tasas de interés internacionales, por lo que el BCN siguió realizando ajustes graduales a su TRM hasta completar 7 incrementos en el año, con el objetivo de preservar el equilibrio monetario, en particular, evitando que el incremento de las tasas de interés internacionales pueda generar una salida de capitales del país, en busca de mejores rendimientos. 

En línea con el dinamismo de la actividad económica, las principales variables monetarias tuvieron un comportamiento positivo durante el segundo semestre y al cierre de 2022. Así, todos los agregados monetarios crecieron interanualmente a tasas de dos dígitos. En la mesa de cambio se realizaron compras netas de divisas, al igual que en el mercado cambiario del sistema financiero, y la brecha cambiaria permaneció baja (por debajo de la comisión por venta de divisas del BCN del 2%). Por su parte, a través de los diversos instrumentos monetarios el BCN facilitó el manejo de la liquidez de la banca. 

En materia de perspectivas monetarias, se espera un menor endurecimiento de las condiciones financieras internacionales en 2023. En este contexto, el BCN continuará evaluando la evolución de las tasas de interés internacionales y las condiciones monetarias internas, para realizar los ajustes de política monetaria que sean necesarios, sin afectar el crecimiento económico y la intermediación financiera. 

Se prevé que el saldo de numerario, o efectivo en poder del público, finalice el año entre 38,500 – 39,500 millones de córdobas y que el nivel de reservas internacionales se mantenga en torno a 4,400 – 4,500 millones de dólares, equivalente a un nivel de cobertura de 2.8 veces la base monetaria, que sustenta la estabilidad del régimen cambiario. 

Respecto a la producción y el empleo, se proyecta que el crecimiento del Producto Internos Bruto (PIB) de 2023 se ubique en un rango de 3.0 – 4.0 por ciento, sustentando un buen desempeño del mercado laboral. Las proyecciones están respaldadas por la resiliencia demostrada por la economía frente a choques, la permanencia de los fundamentos económicos sólidos y el marco de políticas macroeconómicas prudentes prevaleciente. 

El BCN espera que las presiones inflacionarias se moderen en 2023, estimándose un rango de proyección de la inflación de entre 5.0 – 6.0 por ciento. Lo anterior estaría sustentado principalmente en las señales de disminución de la inflación que se han observado a finales de 2022, tanto a nivel nacional como a nivel internacional, y en el efecto esperado de las políticas de contención de precios a nivel internacional. Por otra parte, a nivel doméstico, se espera que la reducción en la tasa de deslizamiento cambiario, las políticas de subsidios del gobierno y las buenas perspectivas de un ciclo de producción agropecuario estable contribuirán a la estabilidad de precios. 

Para finalizar, en el Informe se hace referencia a que la economía está expuesta a riesgos, especialmente a los relacionados a la incertidumbre a nivel global. No obstante, la economía nicaragüense también posee fortalezas que pueden fungir como mitigantes de los riesgos y propiciar un crecimiento mejor al previsto, destacándose la fortaleza adquirida por el sector exportador, la estabilidad del sistema financiero y el fortalecimiento de la sostenibilidad fiscal. 

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