El Instituto Milenio Biodiversidad de Ecosistemas Antárticos y Subantárticos de Chile ha anunciado un acontecimiento sin precedentes: «La detección de casos positivos de gripe aviar en pingüinos Adelia y cormoranes antárticos».
Este hallazgo marca un hito significativo en la investigación de la salud de la vida silvestre en la región antártica.
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Un total de nueve casos del virus H5N1 fueron identificados después de un exhaustivo estudio realizado en trece sitios de reproducción en la península de la Antártida y la costa occidental del continente blanco.
La gripe aviar, conocida por ser mortal para las aves y carecer de cura, ha generado preocupación entre la comunidad científica y los conservacionistas.
El descubrimiento de la presencia del virus se vio precedido por un aumento notable en la mortalidad de los skuas, pequeñas aves también conocidas como págalos, que habitan en las costas antárticas.
Esta situación alarmante llevó a los científicos a realizar investigaciones adicionales, culminando en la confirmación del virus en estas áreas remotas.
Este no es el primer encuentro con la gripe aviar en la región antártica.
En octubre 2023, el virus H5N1 fue detectado por primera vez en la Antártida por el British Antarctic Survey (BAS), una organización que agrupa a investigadores británicos activos en esta región.
Estos eventos subrayan la importancia de la vigilancia y la investigación continua para comprender y abordar los desafíos de salud emergentes en los ecosistemas.
Los impactos de la gripe aviar no se limitan solo a las poblaciones de aves. En 2023, el virus causó estragos en la vida silvestre chilena, cobrando la vida de aproximadamente 1.300 pingüinos de Humboldt, lo que representa cerca del 10% de la población de estas aves en el país.
Además, afectó a medio centenar de especies, incluyendo pelícanos, chungungos y gaviotas. Incluso un hombre de 53 años se contagió y estuvo gravemente enfermo durante casi tres meses.
Este último incidente subraya la necesidad urgente de abordar los riesgos asociados con la propagación de enfermedades infecciosas en los ecosistemas antárticos. La protección de la biodiversidad y la salud de estos entornos frágiles requiere una acción coordinada a nivel local, nacional e internacional.
Es crucial implementar medidas de monitoreo, prevención y respuesta efectivas para mitigar los impactos de la gripe aviar y otras amenazas emergentes en la región antártica.
El descubrimiento de la gripe aviar en pingüinos y cormoranes antárticos es un llamado de atención para la comunidad científica, los responsables políticos y el público en general. La protección del ecosistemas es fundamental para garantizar la salud y la sostenibilidad del planeta.