El béisbol es, sin duda, el deporte con mayor arraigo y seguimiento en Nicaragua, al punto de ser considerado el “deporte rey” del país.
La pasión por el juego se vive intensamente en todos los rincones del territorio nacional, desde los torneos barriales y comunitarios, hasta los partidos de la Selección Nacional de mayores y la Liga de Béisbol Profesional Nacional (LBPN).
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La historia del béisbol en Nicaragua comenzó a tomar relevancia en el siglo XX, cuando surgieron competencias entre equipos de distintas regiones como Chinandega, León, Managua, Masaya, Granada y varias ciudades del norte del país. En la región del Caribe, especialmente en Bluefields y Puerto Cabezas, también se consolidó como un deporte popular.
Según el escritor Eduardo Arellano, el béisbol nicaragüense empezó a ganar reconocimiento internacional en agosto de 1924, cuando el equipo más emblemático del país, el Bóer, fue invitado a participar en las fiestas patronales de San Salvador.
Ese mismo año se conformó una selección nacional para jugar en Costa Rica. Sin embargo, fue hasta 1930 cuando se oficializó la creación de una selección nacional para competir en los Juegos Centroamericanos y del Caribe, celebrados en México.

Durante esa época, los equipos más destacados fueron los Indios del Bóer, que lograron tres campeonatos, y los Leones de León, con dos títulos. Esta rivalidad histórica ha perdurado a lo largo de los años, convirtiéndose en uno de los principales atractivos del béisbol nacional.
El profesionalismo en el béisbol nacional comenzó a consolidarse en 1956, cuando jugadores con trayectoria en las Grandes Ligas comenzaron a unirse a equipos nicaragüenses.
Uno de los momentos más memorables del béisbol local ocurrió el 3 de marzo de ese mismo año, cuando el Bóer de Managua y el San Fernando de Masaya protagonizaron uno de los partidos más intensos de la historia en el Estadio Nacional, marcando también el inicio de las ligas profesionales en el país.
La liga profesional tuvo una pausa de 37 años y fue reactivada en 2004 bajo el nombre de Liga de Béisbol Profesional Nacional (LBPN), con equipos como los Indios del Bóer, Tigres de Chinandega, San Fernando de Masaya y Leones de León. Con el tiempo se sumaron nuevas franquicias, como los Orientales de Granada y los Gigantes de Rivas, estos últimos ganadores del campeonato en su año de debut. Más recientemente, se incorporó el Tren del Norte de Estelí.

Nicaragua ha producido jugadores que han dejado huella en las Grandes Ligas, como Vicente Padilla, Everth Cabrera, Jonathan Loasiga, Erasmo Ramírez, Marvin Benard, entre otros que también han destacado en ligas menores a nivel internacional.
Paralelamente a la LBPN, la segunda liga más importante del país es la Liga de Béisbol Germán Pomares Ordóñez, fundada en 1980. Tras una pausa, retomó su actividad en 2009 con la participación de 20 equipos que representan a diferentes ciudades del país, consolidando el desarrollo del béisbol a nivel nacional.
En la actualidad, el béisbol nicaragüense atraviesa uno de sus mejores momentos. La selección nacional ha logrado clasificar de manera consecutiva a dos ediciones del Clásico Mundial de Béisbol. En su debut, se enfrentó a potencias como República Dominicana y Puerto Rico, mostrando un alto nivel competitivo.

Nicaragua ya se encuentra clasificada para la próxima edición del torneo, que se celebrará el 5 de marzo de 2026.
El béisbol en Nicaragua no solo es un deporte, sino una parte esencial de su identidad cultural. Con una rica historia, una sólida estructura de ligas y jugadores destacados a nivel internacional, el país continúa consolidándose como una potencia emergente en el mundo del béisbol.