Importancia y mitos del examen de la próstata

Importancia y mitos del examen de la próstata

Por falta de información y por muchos mitos, los varones no se realizan los exámenes de la próstata, sabiendo que se puede prevenir un cáncer, solo el 60 por ciento de los enfermos llegan a los servicios médicos ya en etapas avanzadas.

La próstata es una glándula pequeña en los hombres. Es parte del sistema reproductor del hombre. La próstata es casi del tamaño y forma de una nuez. Está ubicada abajo en la pelvis, debajo de la vejiga y casi enfrente del recto.

Existen seis tipos de exámenes que se pueden hacer para revisar la próstata:
  1. PSA (Análisis del antígeno prostático específico): Es la medición en la sangre de la cantidad de la proteína del antígeno prostático.
  2. Tacto rectal: Dura entre 10 y 20 segundos y no duele, aunque pueda resultar incómodo. Se realiza para detectar el crecimiento  y/o endurecimiento de la glándula.
  3. Ultrasonido: También sirve para saber si la próstata ha cambiado de tamaño y se hace introduciendo un pequeño transductor por el ano.
  4. Medición del chorro de la orina: Es cuando el médico observa la fuerza, la frecuencia y la potencia del chorro de la orina.
  5. Examen de orina general: La muestra de orina es enviada al laboratorio para identificar posibles infecciones. 
  6. Biopsia: Es el examen más preciso y consiste en tomar una pequeña muestra de la próstata y enviarla al laboratorio para analizarla en búsqueda de células cancerígenas.

MITOS:

  1. El tacto rectal no es necesario, los exámenes de imágenes detectan el cáncer.
  2. Es una enfermedad de hombres muy mayores.
  3. Si no tienes síntomas, no lo tienes.

Hoy en día los hombres todavía se resisten y tienen falsas creencias en torno al tacto rectal y prefieren no acudir con el médico urólogo para realizarse esa revisión.

El tacto rectal sirve para saber el tamaño prostático, porque eso también orienta a no sólo si el paciente tiene o no tiene cáncer, sino también a si tiene la otra clásica enfermedad del hombre que es la hiperplasia prostática benigna, que produce síntomas urinarios.