Dentro de una relacion existe bajos en momentos de tener intimidad, de la cual no salen y en la cama solo hay incómodos silencios que amenazan con levantar el muro de indiferencia entre ambos.
El día a día afecta directamente las relaciones amorosas, sobre todo la intimidad. Sin embargo, es fácil retomar la pasión de los primeros tiempos de la relación con cinco sencillos y novedosos tips:
- Encarar el problema. Es necesario que los dos hablen de lo que está pasando, ya que es un problema de pareja y no es culpa de nadie. Es decir si hay un desequilibrio de deseo, uno de los dos se siente rechazado, el otro se siente presionado y molesto. La vida sexual se trata de un trabajo en equipo, de ser necesario recomiendan buscar ayuda de un terapeuta.
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- Objetivos claros. la frustración sexual los convierten en gruñones. Por ello se tiene que plantear objetivos específicos y se recomienda que ambos se mantengan ocupados. Los hombres con sus manos y las mujeres con un vibrador, por ejemplo, hasta que el problema este resuelto.
No solo se habla sobre la frecuencia con la que les gustaría tener sexo, hablen sobre lo que más le gusta y lo que menos le gusta, centrándose más en los aspectos positivos que en los negativos.
- En forma para el sexo. Ayudar al cuerpo con ejercicios aumenta los niveles de libido, te hace sentir mejor y también te «despega» de otras maneras. Salir a caminar juntos en lugar de mirar al techo de la habitación. Igualmente deben acudir al doctor para descartar cualquier condición que interfiera con el sexo, desde una simple migraña, dolor de espalda o de rodillas, hasta dificultades de erección, sequedad vaginal o sexo doloroso.
- Salir juntos con amigos. El deseo se alimenta de lo nuevo y ver a tu pareja en compañía de los demás te hará verlo de nuevo atractivo ante tus ojos.
- Cambia la forma en que tienes relaciones sexuales. Mientras más tiempo pasen juntos, más «eficiente» serán sexualmente.
Todos tenemos un cierto estilo de besos, una cierta forma de usar nuestras manos, lenguas y dedos, una cierta manera de empujar y mover nuestras caderas. La repetición embota el deseo.