Especialistas del Instituto de Conservación de Ballenas de Argentina, explicaron el procedimiento científico que los llevó a ratificar la principal hipótesis de la muerte de las ballenas, donde también fallecieron pingüinos de Magallanes, aves marinas y un lobo marino.

La aparición de 30 ballenas francas australes muertas en las costas de la península Valdés, situada en el sur de Argentina, entre finales de septiembre y principios de octubre, finalmente tiene una explicación.

Un informe publicado por el Instituto de Conservación de Ballenas del país sudamericano dio cuenta de la presencia de toxinas procedentes de floraciones de algas nocivas, también conocidas como ‘mareas rojas‘, en el interior de los cuerpos de los cetáceos examinados.

«Las ballenas examinadas habían ingerido diatomeas dinoflagelados del género ‘Alexandrium’ complejo catenella y tamarense, productores de biotoxinas capaces de causar la muerte de aves y mamíferos marinos«, detalla el documento